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11 noviembre 2011

Stockholm


Buzones

Stockholms stadsbibliotek


En la biblioteca, los libros estan en estanterias abiertas, los usuarios pueden elegir los libros sin necesidad de pedirlos.












... have I told you lately how much I love you?

06 noviembre 2011

London Symphony

"So how can you tell me you're lonely, and say, for you that the sun don't shine ?Let me take you by the hand and lead you though the streets of London,I'll show you something to make you change your mind..."


 
Qué delicia el queso Stichelton



















‘I’m leaving because the weather is too good. I hate London when it’s not raining.’
Groucho Marx

03 octubre 2011

Moleskine

En mis viajes me gusta escribir y describir un poco lo que veo. Mis notas no tienen ninguna intención de ser mostradas. Son sólo para mí. Había perdido un poco esta costumbre pero, por suerte, la reviví.
Este verano hicimos dos grandes viajes y recorrimos miles de kilómetros, visitamos centenas de ciudades y conocimos decenas de personas. Estoy contenta que todo quedó registrado en mi(s) Moleskine que es como mi disco duro externo (el interno corre riesgos permanentes).

Asi que, si bien las páginas de mis libretas sólo se abren ante mis ojos, hoy me dieron ganas de abrir una, así, al azar, y mostrarla:


Esto pretende ser las hermosas islas Vesterålen (pronunciar "Vesterolen") y Lofoten, en el norte de Noruega.
No tengo mucho futuro como cartógrafa, me tomé demasiadas licencias. El trazado verdadero es éste.


La página siguiente es de cuando llegamos a Reine, que como había mucho viento, nos costó plantar la carpa...

11 septiembre 2011

Despertando en el Sahara

Me despierto de un sueño que ,si me lo acordara, podría ser un buen cuento. Soñé hasta con el título. Me cuesta abrir los ojos, tengo arena en la cara, la chèche azul se me salió y ahora sólo me da media vuelta al cuello y el resto de los 3 metros se cae hacia el costado. La cabeza, incómoda, está apoyada sobre un largo almohadón de cuero que cosió la esposa de nuestro anfitrión tuareg. Abro los ojos y sigo sin reconocer las constelaciones, pero ahora veo además un planeta que no se veía a la noche. Sé que no es ni Marte ni Venus, ¿Júpiter o Saturno?. La noche es de una oscuridad absoluta.
En el desierto no hay silencio. Nunca. Todo resuena. El viento acaricia las dunas y algunos arbustos pinchudos (los cram-cram que se pegan a la ropa). Se escucha al burro loco que vimos correr al atardecer. Habrá tenido otra visión y pasa corriendo por atrás. La brisa dulce que sentí toda la noche paró de soplar. El gallo insistente anuncia la inminente salida del sol. La arena se enfrió. A medida que pasan los minutos, se empieza a adivinar el contorno de la carpa a unos metros más allá de mis pies. "Están en su casa, si quieren entrar  mitad de la noche, háganlo sin preguntar", nos dijo el tuareg antes de darnos la última taza de té, "dulce como el amor". En unos minutos más ya se ve todo muy claro. En el cielo no hay más estrellas. Es de un azul-celeste hermoso. El sol va a salir en cualquier momento, del lado de Tombuctú. Se empiezan a escuchar las voces a lo lejos. Deduzco que hablan tamasheq, suena un poco al árabe. Los bebés se despiertan. Ahora veo la silueta de una mujer pasar por detrás de los arbustos. No estaba en la fiesta de anoche. Estoy acostada sobre una alfombra verde y azul, recién ahora que hay luz veo cómo es. Es lo único que me separa de la arena, aún tibia de los más de 40º que hicieron ayer. La arena está poblada de criaturas. En sólo unos segundos puedo ver a un gran escarabajo, hormigas y unos bichos que saltan como grillos, pero que no son grillos. La arena va tomando un color naranja. La carpa de yute cruje.

Sé que estoy despierta pero mi sueño era mucho más real que esta realidad.

El sol saldrá - ahora sí - de un momento para otro del horizonte. Si no fuera por el sol, me sería imposible conocer los puntos cardinales, hay horizonte a 360º y ningún punto de referencia. Sólo dunas y arena naranja.
Cuando el sol salga y caliente la atmosfera nuevamente, hasta los más de 40º diarios, nuestro hospedador nos llevará en dromedario - de la misma forma que vinimos - de vuelta a Tombuctú, a la casa de Bagna, nuestro anfitrión en la ciudad. Un bela, antiguos esclavos de los tuaregs "en sentido figurado", nos dijo en el auto cuando nos fue a buscar.

Las cabras están todas sentadas mirando al este, a pocos metros del perímetro de las carpas, delimitado con ramas secas. Me hacen acordar a la formación quasi mística de las gaviotas al atardecer en la playa.
El gallo vuelve a cantar aunque el sol ya hace un rato que brilla con toda su fuerza.












01 agosto 2010

.ua (primera parte)

Se me hace muy dificil escribir una cronica objetiva de mis impresiones en Ucrania. Un pais con el que, sin nunca haber estado antes, ya tenia lazos muy profundos. Interminables cenas rodeada de ucranianos nostalgicos, impresionantemente cultos que discuten sutilidades del idioma ucraniano (a pesar de ser, la mayor parte de ellos, rusoparlantes), origenes de tradiciones milenarias y que construyen puentes entre el “chez nous” (en nuestra casa) y su nuevo hogar por eleccion, la vida en la diaspora. Bien subrayo eleccion, porque ninguno de ellos tuvo que huir de un pais en guerra, hambriento u ocupado, como hicieron sus abuelos.


Ucrania es una de las “figuritas dificiles” de la lista de paises. Creo que es un lugar al que uno iria de vacaciones o sin un objetivo o contacto preciso. Mis vacaciones empezaron hace una semana pero cada dia es tan intenso que tengo la sensacion de estar aca hace mas tiempo. Todavia me queda otra semana llena de sensaciones nuevas.

Lo admito, la primera impresion que me lleve al llegar a Kiev no fue la belleza de sus cupulas doradas brillando con el sol, la de sus verdes e inmensos parques, ni la del caudaloso Dnipro (Dnieper).
Kiev, cuna de la nacion eslava, es una explosion.
Una explosion de contrastes, de un capitalismo que exploto a principios de los 90 y que mancho cada rincon de publicidad (reclama). En Kiev todo se vende y todo se compra. El lobo feroz no deja fachada sin la opcion de consumir, sin la esperanza de una vida mejor despues de convertirse en cliente de una X compañía telefonica. Para no olvidarse de lo esencial, un pasacalles cerca de donde me estoy quedando reza: “Amemos Ucrania”. Posiblemente esto no me hubiese impactado tanto si viniese de mi Argentina salvaje en lugar de una de las principales capitales europeas del oeste.

Kiev, a primera vista, la senti nostalgica. Nostalgia de lo que fue, de los mejores años sovieticos o incluso de sus heroicos antepasados; y nostalgia de lo que sera o esperan que sea, como la gigante bandera de la Union Europea colgada en una de las columnas de la casa de gobierno, opuesta a la bandera nacional (por el momento no hay ninguna prospeccion de ingreso de Ucrania a la UE).

Metros, marshrutki (traffics o mini buses que tienen un recorrido determinado y de los que uno puede bajar en cualquier momento entre ambos puntos. Aparentemente antes no estaban regulados y cualquier persona podia tener una y hacer el recorrido que quisiera) y tramvays transportan a los serios kievianos (?) de un barrio a otro de la ciudad. La ciudad es extensa, los recorridos son largos y el transporte no es particularmente facil de tomar ni de encontrar. De haber estado sola, hubiese sido realmente dificil. Kiev todavia no se acostumbro a ser linda y abierta al mundo, por ende, a ser una destinacion turistica. Nada esta hecho pensando en los extranjeros. No hay oficinas de turismo, ni mapas en las calles y muy, muy poca informacion en ingles en los lugares mas turisticos. La gente no esta acostumbrada a escuchar hablar “extranjero” y se da vuelta sorprendida.
Una vez pasado el shock inicial y la sensacion “pelicula de Kusturica”, empece a mirar. Y no hay que ver demasiado profundo para descubrir una hermosa ciudad, amplia, verde, verde, brillante, ondulada, moderna, cuidada, amable, sincera.
La ciudad no oculta sus miserias, sus tragedias, sus hambrunas, sus yugos. Impresionantes y esteticos monumentos recuerdan tanto dolor.
Las vistas panormicas son quizas mi espectaculo preferido. Entre los miles de arboles, las cupulas doradas encandilan con el sol y el Dnipro sinuoso acompaña las curvas de la ciudad. El horizonte esta siempre visible a 360° lo cual, para mi que naci rodeada de montañas y a pesar de que hace años que no vivo mas alla, no deja de sorprenderme.
La ciudad es tan verde y tan extensa que te hace olvidar que estas en una capital de mas de 4 millones de habitantes. Se escuchan los pajaros y las hojas de los arboles moverse con la caliente brisa estival. Los habitantes disfrutan de su bella capital paseando por los parques, tomando algo fresco en una de las tantas terrazas con sombrillas y reuniendose en las esquinas una vez el ardiente sol se oculta. Por momentos me daba la sensacion de estar en una ciudad balnearia y lo confirmaba viendo a las mujeres caminar practicamente en bikini y a los hombres con el torso desnudo por el centro de la ciudad. La gente se baña en el rio y toma sol en sus playas. Hay un parque de diversiones acuatico muy popular.
Vista desde la torre del campanario de Києво-Печерська лавра
(
Kievo Pecherska Lavra , Monasterio de las catacumbas)
foto by OCh

continuara...


perdon por la ausencia total de acentos, a mi misma me molesta soberanamente.