12 mayo 2009

Altruismo

Hoy pensaba en el altruismo.

Pensaba que posiblemente sea el sentimiento más evolucionado que exista. Como una forma perfecta de amor. Perfecta en el sentido aristotélico, es decir, como una idea, un concepto que existe más allá del mundo material.

Cuando uno ama, ese amor nos proporciona a nosotros mismos un estado de bienestar. Es un efecto bumerang que nos hace sentir bien a nosotros también, además de a la persona amada. Cuando amamos, hay un destinatario de ese amor y esta persona sabe que es amada por nosotros.

Sin embargo, en el altruismo –creo yo- que se trata de un amor sin caras. El recipiente de mi amor no sabe quien soy ni yo quien es él. Un amor anónimo. Escribo esto y me viene una imagen un poco particular a la cabeza: me imagino poniendo este amor en una especie de circuito, de cinta transportadora universal. Soltando este amor tan grande y puro para que lo tome quien lo necesite. Esto genera un sentimiento de desinterés, de no-egoísmo. De realizar la acción por la acción misma, sin esperar resultados, compensaciones ni beneficios a cambio.

Estuve leyendo un poquito y pude reconocer conceptos altruistas en las principales religiones, no sólo las monoteístas donde el concepto de “ama a tu prójimo como a ti mismo” se repite.

También encontré  a una serie de pensadores (La Rouchefoucauld o Mandeville) para quienes el altruismo en realidad no existe. A pesar de que una acción pueda parecer desinteresada, el fin último es el bienestar propio. Por ejemplo, se hablaba de un bebé en un incendio. Quien recurra a ayudarlo y se sacrifique por hacerlo, en realidad, en el fondo, la motivación última, detrás de la acción, es la de prevenir el sentimiento de culpabilidad que puede perseguirnos de por vida por no haberlo hecho.

Si bien no estoy de acuerdo, tampoco creo que sea el mejor ejemplo. Así como tampoco creo que lo sea hacer una donación a la iglesia después de la misa o dar una limosna al mendigo que está en la puerta. Los actos para silenciar nuestra conciencia, lejos de ser altruistas, son puramente egoístas. Tampoco estoy diciendo que acciones egoístas no puedan tener consecuencias positivas, pero no es a lo que me estoy intentando referir, quiero hablar de la motivación de las acciones.

Otros pensadores más radicales dicen que el hombre no tiene derecho a existir por sí mismo y que la única justificación a la existencia es el servicio a los demás. Nuevamente, me parece equivocado. Cada uno tendrá su propia motivación. Es absurdo querer unificar.

Yo sólo me limitaba a pensar en mis propios actos que yo considero o consideraba altruistas y debo reconocer que me cuesta determinar si, según mis propios parámetros, tal o cual acción lo fue.

Por ejemplo: yo trabajé (voluntaria) durante 3 años en una villa extremadamente pobre. Las “casas” tenían 3 paredes, literalmente, una les quedaba abierta, a la intemperie. Dormían en un pozo en el suelo de la casa, en la tierra, con varios perros para que les den calor. En invierno, los nenes no podían correr, los que tenían la suerte de tener zapatillas, eran tan grandes que casi no podían caminar. Cuando pasaba el tren, se subían a robarle la yerba y el azúcar al maquinista porque no había nada más. En fin, ese sería otro post, no sigo. Iba a que yo disfrutaba tanto yendo cada sábado ahí a hacer la tarea con los chicos (aunque esa era la excusa, el verdadero objetivo era enseñarles a leer y escribir a los padres). En un principio fue duro y todo el trayecto de vuelta en colectivo a mi casa, volvía llorando de la impotencia. Pero poco a poco aprendí a ver más allá de lo que veían mis ojos y se convirtió en una satisfacción enorme. Ya hace varios años de esto y cada vez que lo recuerdo, me vuelve esa sensación de cariño que sentía cada sábado. Pero me preguntaba si era un verdadero acto altruista o no. ¿Cuál era la real motivación? Por supuesto que yo no esperaba nada a cambio, nada material, ¿pero sería esa sensación de cariño o la de sentirme útil o la de creer que, en una minúscula proporción, estaba contribuyendo a algo, la sensación que me motivaba?

Por estos días ocurrió otra cosa que nuevamente me hizo revolver en mí y buscar el inicio del ovillo. Todavía lo estoy buscando, como Teseo.

¿Será que, como dije al principio, es un concepto aristotélico perfecto por lo cual, imposible, que exista en realidad? Sé que le estoy dando demasiadas vueltas y sobre racionalizando algo, en apariencia, no tan complicado. No lo puedo evitar.

En todo caso sí estoy segura que los momentos más felices de mi vida están vinculados a este tipo de sensaciones tan puras, donde no necesitas recibir nada a cambio. Donde el amor que das es la sola motivación. Como si encendieras una linterna poderosa apuntando hacia el infinito y, en algún lugar, alguien, con un espejo gigante, te devuelve el mismo haz de luz que te calienta el corazón.

3 comentarios:

Mariano dijo...

Aunque no lo hayas puesto, seguro que pensaste en algún momento en Phoebe Buffay, no? ;)
A mi me resulta raro que una actitud altruista ideal sobreviva en el tiempo (evolutivo me refiero). Si uno hace algo y no recibe nada a cambio, significa que gastó energía y no recibió nada por ello, y eso para la naturaleza es un desperdicio y creo que no lo deja pasar por muchas generaciones.
Ahora si en realidad gastar energía en un acto altruista genera un sentimiento de bienestar interior, de realización, de hacer un bien mayor, que incentiva a la mejora de más individuos, entonces en ese caso sí lo mantendría más generaciones la naturaleza porque ayuda a que todo marche mejor.
Es un punto de vista un poco alejado del idealismo del amor y los sentimientos, pero encaja en el razonamiento, no?

Helena à Paris dijo...

La verdad es que tuve que pararme un momento a pensar quién es Phoebe Buffay (ya sabés cuál es mi relación con la televisión: inexistente). Me acordé de Friends pero no seguí tanto la serie como para entender la relación. ¿Me la explicás?.
Por lo que estuve leyendo, se hace la diferencia entre el altruismo biológico y en etología (el estudio del comportamiento animal) y el humano.
Tenés toda la razón, desde el punto de vista darwiniano de la evolución de las especies, un gasto energético semejemante, si fuese frecuente, llevaría a la extinción de la especie. Sin embargo, por lo poco que he leído y entendí, en la naturaleza ocurre "por el bien mayor", por el bien del colectivo. Un "me sacrifico yo para que sobreviva alguien más fuerte que yo, más joven, etc.". Es decir, prefiero extinguirme yo pero sé que el código genético de la especie me sobrevivirá.
Otra teoría interesante que encontré fue la de que el ser humano debe aprender -ser educado para- a ayudar a los demás, que no es un instinto natural.

Ahora, hablando de personas y siguiendo tu razonamiento, a menos que se trate de un sacrificio que implique la vida de una persona, yo no lo veo como un gasto energético sino todo lo contrario: la satisfacción posterior superará a la invertida. Quiero decir que el sentimiento de bienestar que provoque la acción será mayor que la cantidad de energía implicada en realizar la misma.
Gracias por tu comment y no, no está alejado del espíritu del post, al contrario, suma y encaja perfectamente. =)

Sebastián Leonangeli dijo...

Complicadísimo. Somos altruistas por serlo o porque buscamos un beneficio personal?
Creo que el que realiza actos altruistas, los realiza porque tiene una convicción, de que ese acto que reliza puede marcar una diferencia, y en ese sentido creo que nada de lo que se haga es absolutamente desinteresado, ya que se hace para formar parte del movimiento de cambio.
Es una pregunta jodida que no la puede contestar ni siquiera la persona que los hace. Yo todos los martes voy a una escuela carenciada a enseñar computación a los chicos de sexto y septimo grado.
Nadie me obliga ni me pagan nada por hacerlo. De hecho tengo sentimientos encontrados porque considero que la educación tiene que ser pública y gratuita y el gobierno tiene que proveer los elementos necesarios para una educación completa, y los intentos de suplir esas carencias de hecho dejan tranquilo al gobierno "dejá, si total va algún altruista a dar clases y se terminó". O mejor aún "dejá, si total a estos pibes los queremos a todos desifnormados y incultos".
Pero no puedo evitar ir, porque tengo que hacer algo, no me puedo quedar con los brzos cruzados.
Ahora, si me preguntas por qué lo hago, si no obtengo una satisfacción personal, no te sé responder. Creo que sí, pero tampoco está mal, no?