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28 enero 2010

Antonio Canova


Esta historia empieza en 1801 cuando el Papa decide remplazar el Apolo de Belvedere de Leochares, situado en  los jardines del Vaticano desde hacía, por lo menos 200 años, por Perseo Triunfante o Perseo con la Cabeza de la Medusa de Antonio Canova.


Apolo de Belvedere de Leochares (Museo del Vaticano, 350 AC aprox.)


El Apolo de Belvedere de Leochares fue considerada desde mediados del siglo XVIII como el sumum de la perfección estética, la obra que representaba los ideales de la cultura europea helenística.
Napoleón trajo la estatua (224 cm) a París luego de su conquista en 1796, la llamada “Campaña Italiana”. Después de la caída de Napoleón, el Apolo fue restituído a su lugar de origen.

Perseo Triunfante fue comprada por el Papa y puesta en el lugar que antes ocupaba Apolo. Este hecho tan simbólico fue el inicio de una larga y conflictiva relación entre Canova y Napoleón Bonaparte.


Persée tenant la tête de Méduse – Antonio Canova (Museo del Vaticano, 1800). 
Líneas perfectas.

En 1797, Venecia o La Serenissima es vencida por las tropas napoleónicas y se rinde poniendo fin así a la República y a algo más de  mil años de esplendor y grandeza. Canova, ciudadano veneciano, odia Francia.
Napoleón, gran admirador de la obra de Canova, le comunica que a pesar de que la República de Venecia ha dejado de existir, se le conservará la pensión estatal que recibía y se le otorgará un atelier en Roma. Canova se traslada a la Ciudad Eterna.
Roma, en aquella época, vive el auge de un nuevo movimiento artístico: el Romanticismo, el cual surge como respuesta a la creciente industrialización trayendo nuevos valores estéticos y otros considerados como medievales tales como la angustia, el horror o la soledad.
Canova se opone a este movimiento reivindicando una vuelta a la Antigüedad y a los valores clásicos helenísticos.


Maddalena Penitente (Hermitage, San Petersburgo) 
La dramática pose de la Magdalena


Psyché ranimée par le baiser de l'Amour (Psyche revived by the kiss of Love). (Louvre, 1793) 
Psique vuelve a la vida con el beso de Cupido, el Amor. Los brazos crean un arabesco extraordinario, es un himno al amor de una virtuosidad asombrosa.


L'Amour et Psyché  (Musée du Louvre, 1797 )
Ilustra la inocencia, el amor casto frente al amor sensual. El alma de Psyche está representada por una mariposa en una clara alusión al neoplatonicismo donde el alma sería un ideal que se reune con la materia divina.

Canova viene 3 veces a París aunque muy a su pesar. Su relación con Napoleón Bonaparte es una de amor y odio, de profunda admiración por el segundo hacia el artista y por un sentimiento de ego y reconocimiento por parte del primero.
Después de una fiesta celebrada en honor a Canova, Josefina, Emperatriz de Francia y esposa de Bonaparte, expresa su admiración por el artista y su deseo de coleccionar sus obras. Se convertirá así en una de sus coleccionistas más apasionadas.

Canova esculpe un busto del Emperador a la imagen de un César moderno


Busto de Napoleón - (Hermitage, St. Petersburg)

Visto el éxito de su escultura ante su modelo, Canova le propone a Napoleón realizar una escultura de cuerpo entero: Napoleón como Marte desnudo. El Emperador no puede disimular su asombro pero, a la vez, tampoco puede rechazar tal ofrecimiento de tan reconocido artista. Tuvo que esperar 10 años para ver el resultado final:


Napoleone Bonaparte como Marte Pacificatore (Aspley House, Wellington collection, Londres - 1806)
Canova esculpe al Emperador idealizado como el dios Marte, vencedor, completamente desnudo y en pose  heroica como hubiese sido representado en la Antigua Roma. La figura no es excesivamente musculosa sino más bien atlética (de hecho Canova dice haberse inspirado de una estatua de un atleta presente en la  Galleria degli Uffizi.

Napoleón Bonaparte se siente humillado al ver la estatua y no le gusta. Canova está decepcionado.
Se arma una gran controversia en torno al acontecimiento. Denon le escribe una carta criticándolo. David le escribe otra halagándolo y expresando su admiración.
Cuando Napoleón es vencido por las tropas inglesas, Wellington compra la estatua y la instala bajo su escalera (donde todavía se conserva) a modo de trofeo.

En una futura exposición en el Louvre, Canova presenta esta obra con el título Pugilateur (luchador). En esta gran exposición del artista, Napoleón le ofrece ser director del Museo de Louvre. Canova rechaza el ofrecimiento y el Emperador, cansado de tantos rechazos le responde “andate come volete”.
Así Canova se va de París, renunciando al esplendor y los honores que le proponía el Emperador. Copiando a su admirado Tiziano quien tampoco sucumbió a los ofrecimientos tentadores de Filippo II.

La vida de Antonio Canova se apaga en su amada Venecia, el 13 de octubre de 1822. Máximo exponente del Neoclasicismo y, quizás, el último gran escultor italiano.


Antonio Canova – autorretrato (Gipsoteca Canoviana di Possagno, Italia - 1792)

Otras de sus grandes obras:


Las tres Gracias (Hermitage, San. Petersburgo). 
Fue un encargo de Josefina quien murió antes de que la obra estuviera acabada. Escultura preferida de Stendhal. 
Armonía perfecta. 


Ballerina con un dedo en el mentón (National Gallery, Washington DC., EE.UU. - 1816) 
Extraordinario movimiento de la tela.


Bust of Beatrice (Museum of Fine Arts, Boston, 1822)
Canova hizo este busto de memoria para Juliette Récamier, dama de la clase alta de quien estaba enamorado. Cuando ésta lo ve, no le gusta porque dice que es “muy a la antigua”. Canova, herido decide transformarla en un ideal de belleza clásica, a la imagen de las heroínas desencarnadas de la Antigüedad. 
La nombra Beatrice, en honor a la musa de Dante y haciendo así un paralelismo de “musa inaccesible” como Juliette.
Cuando Canova muere, Juliette Récamier, quizás arrepentida por haber rechazado al artista, hace un pelegrinaje a su ciudad natal, Possagno, en la privincia de Treviso. 






Post inspirado en una conferencia en el Louvre "Canova à Paris" - École du Louvre, enero 2010


07 agosto 2008

Perfección

Post dedicado a mi hermano Mariano
Me considero una perfeccionista empedernida y muchas veces me enojo ante lo mediocre, lo mal hecho, lo "así nomás".
Tiene sus ventajas: el apuntar siempre a más, el pensar que todo es mejorable, el querer esforzarme al máximo y dar lo mejor de mí en todo lo que hago.
Pero tiene sus enormes desventajas: es un freno a emprender muchas actividades en las que sé que no tengo el más mínimo talento, pero sobre todo las frustraciones constantes frente a lo que quisiera hacer mejor y no puedo.
También me planteo qué es LA perfección y llego a la conclusión que hay tantas perfecciones como personas sobre la tierra. Podemos coincidir con unos cuantos pero evidentemente no todos estamos ni estaremos de acuerdo sobre LO perfecto.
El otro día tuve que ir a trabajar a un museo de ciencias. Ya había ido en varias oportunidades y me gusta mucho. Esta vez había una exposición temporaria que se llamaba "Los Números" y, como yo soy un cero a la izquierda (valga la ironía) en estos temas, entré.
Para mi sorpresa, quedé fascinada y atrapada por ese nuevo mundo, esta dimensión desconocida que son los números para mí. Al cabo de 15 minutos, me encontré haciendo anotaciones en mi agenda de explicaciones y nuevos términos, teorías, teoremas y matemáticos famosos de los que no sabía absolutamente nada, para seguir investigando en casa.
Así aprendí (o estoy aprendiendo, mejor dicho) sobre el número de oro o la divina proporción, la sucesión de Fibonacci, el número plástico, Euclides, Fra Luca Pacioli... Les cuento algo de lo que aprendí:
El Número de Oro
La Divina Proporción, como lo llamaban los artistas del Renacimiento, es la división armónica de un segmento: la pequeña es a la grande como la grande es al total. Es decir, que el segmento menor es al segmento mayor, como éste es a la totalidad. Hay un montón de fórmulas que comprueban esta teoría y que sacan el número de oro de las diferentes formas, cuerpos, estructuras. Pero como a mi realmente me cuesta muchísimo entenderlas (confieso: nunca aprendí a despejar x), prefiero quedarme con la explicación teórica que con la comprobación empírica.
Curiosamente, este número que indica la proporción perfecta de las cosas, se encuentra con mucha frecuencia en la naturaleza, por esta razón también se lo llama "la firma de Dios".
El número de Oro se encuentra en el Partenón de Grecia, en la Gran Pirámide de Keops, en el estudio de Leonardo Da Vinci sobre las proporciones perfectas del cuerpo del Hombre de Vitruvio y hasta en un cuadro de Dalí: Leda atómica.
Sigo aprendiendo, pensando, leyendo y discutiendo conmigo misma el tema de la perfección.
Pero mientras pienso, se me viene a la cabeza una frase de Serrat de la canción Cada loco con su tema, que escribí en la puerta del placard de mi habitación cuando era adolescente: "prefiero el lunar de tu cara a la Pinacoteca Nacional".